Entonces María pidió a Catalina (ahora Santa Catalina Labouré): "Haz que se acuñe una medalla sobre este modelo de mi imagen. Los que la lleven recibirán grandes gracias" ... La devoción se extendió como un reguero de pólvora. Al poco tiempo, la gente la llamaba la "Medalla Milagrosa". Muchos católicos llevamos esta medalla, como lo pide la Virgen, no como un amuleto sino como un objeto de devoción, un instrumento a través del cual Dios ha querido derramar gracias abundantes a quienes lo llevan con fe.
Pulsera de con Medalla de Plata .925
Pulsera decenario con 5 nudos de cada lado tejidos en cordón encerado
Tejido a mano en Medjugorje, Bosnia y Herzegovina
Pulsera de cordón ajustable que se abre a 16 cm de diámetro y se cierra a 24 cm