En la tradición cristiana, la cruz benedictina es uno de los signos más poderosos de protección divina dentro de la Iglesia. Fue creada a mediados del siglo VII como símbolo de las verdades espirituales que permitieron a San Benito y a sus muchos seguidores resistir el mal y hacer el bien. "La Santa Cruz sea mi Luz", está escrito en latín en la parte frontal de la cruz, que se utiliza en todo el mundo para ayudar a difundir el Reino de Cristo.
Lleva este brazalete contigo para recordar la misión que Dios te ha encomendado en este camino hacia la eternidad.
Tejido a mano en Medjugorje, Bosnia y Herzegovina.
Pulsera de cordón ajustable que se abre a 16 cm de diámetro y se cierra a 24 cm.
10 medallas benedictinas en tono negro azabache.
Medallas fundidas a mano en un lugar sagrado de Italia.
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